Revisión del mercado
El mercado mundial lleva varios meses desequilibrado, lo que ha afectado a todas las materias primas utilizadas en la alimentación animal, ya sean lácteas o vegetales.
Este desequilibrio se debe a una demanda muy fuerte de Asia y, en particular, de China. De hecho, desde finales de 2020, la producción china de carne de cerdo ha repuntado con fuerza tras dos años de fuerte descenso debido a la peste porcina africana. Además, hay tensiones muy fuertes en el tráfico marítimo que provocan un aumento significativo de los costes logísticos.
Estos factores están teniendo un impacto muy fuerte, sobre todo en la soja y sus coproductos (tortas y aceites), los cereales, las grasas y los productos lácteos. Los precios han alcanzado niveles históricamente altos.
En cuanto a las materias primas lácteas, los fundamentos explican estos altos precios. La recogida de leche en los principales países productores no es tan dinámica como en años anteriores y, a pesar de los buenos resultados de algunos países productores (EE.UU., Polonia, Irlanda), esto no puede compensar la retirada de la producción. Las recogidas de leche en Europa descendieron un 0,4% en enero y febrero, y el frío del comienzo de la primavera empañó las esperanzas de un pico de leche elevado en abril.
No obstante, la UE estima que la producción de leche debería aumentar un 0,5% en 2021 con respecto a 2020, lo que debería apoyar la producción de queso (y, por tanto, de suero de leche), pero también alimentar la creciente y constante demanda de exportación.
Con la perspectiva de una primavera desfavorable para la producción de leche y una demanda que sigue en aumento, es probable que los precios de los productos básicos se mantengan altos y no muestren signos inmediatos de relajación.